La Corporación tiene, para sí mismo, otro enorme reto: una mejor proyección de su labor hacia los capitalinos. Según la última Encuesta de Percepción de Ciudadana, de Bogotá Cómo Vamos, el 20% de los ciudadanos tiene una imagen favorable del Cabildo Distrital.
Frente a la envergadura e impacto para la ciudad de los proyectos aprobados el año pasado por el Concejo de Bogotá, uno de los mayores retos de la Corporación es realizarles un control riguroso a dichas iniciativas, algunas de ellas con notable oposición.
La aprobación del cupo de endeudamiento por $6,9 billones para el financiamiento de los proyectos del Plan Distrital de Desarrollo (el más grande de la historia para la Administración central) requiere, por parte de los cabildantes, un seguimiento constate con el fin de garantizar la ejecución de los planes contemplados.
El año pasado, además, el Concejo dio luz verde a las vigencias futuras que garantizarán, entre 2019 y 2048, recursos para la construcción del metro. De hecho, el 1 de febrero de este año, le aprobó un cupo de endeudamiento a la Empresa Metro por $10,8 billones, con lo cual la obra llega a un punto de no retorno.
Será necesario, entonces, ejercer control político sobre la ejecución de la misma, dada la enorme cantidad de recursos que demanda y los impactos que tendrá su construcción en materia ambiental, socioeconómica y de movilidad. Esto sin contar con que aún está pendiente la presentación de los estudios de ingeniería de detalle de esta obra.
El Concejo tiene, para sí mismo, otro enorme reto: una mejor proyección de su labor hacia los capitalinos. Según la última Encuesta de Percepción de Ciudadana, que anualmente publica el programa Bogotá Cómo Vamos, solo el 20% de los ciudadanos tiene una imagen favorable del Cabildo Distrital y el 80%, desfavorable. Sobre su gestión, apenas el 10% de los bogotanos considera que es buena, un 33% la califica como regular y un 57% afirma que es mala.
Este año, en particular, el Concejo tendrá entre sus manos otro tema relevante: la discusión del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), herramienta para la planificación de la ciudad en los próximos 12 años. En 2013, la Administración de ese entonces emitió un POT a través del decreto 364, que posteriormente fue suspendido por el Consejo de Estado.
Adicionalmente, la Corporación deberá ponerle la lupa a la implementación del nuevo esquema de aseo para la ciudad que, con la reciente crisis sanitaria por cuenta de la acumulación de basuras en las calles de Bogotá, merece total atención. El seguimiento que haga el Cabildo a su puesta en marcha será de vital importancia para la capital y para la calidad de vida de sus habitantes.
No se puede pasar por alto el tema de seguridad, aspecto recurrente en el debate público y en los medios de comunicación por cuenta de las últimas medidas que ha tomado la Administración Distrital para contrarrestar la actuación delincuencial y criminal. No en vano, el nuevo Presidente de la corporación, el concejal Daniel Palacios, ha enfatizado en que este tema será un pilar fundamental de la nueva mesa directiva del Concejo de Bogotá.