
Las bancadas Alianza Verde y Coalición Colombia Humana UP-MAIS adelantaron, días atrás, un debate de control político sobre esta obra donde se cuestionó, principalmente, su estructuración, diseño, costo, extensión hasta la calle 100 y Plan de Manejo de Tráfico (PMT).
El pasado 2 de marzo inició el debate de control político sobre la Primera Línea del Metro de Bogotá (PLMB) en la plenaria del Concejo Distrital. En la sesión, que duró más de cinco horas, se cuestionó el proyecto heredado por la alcaldesa Claudia López en aspectos como la contratación, la estructuración y diseño del proyecto; la incertidumbre en la fecha de entrega; el costo total; la extensión hasta la Calle 100 y el Plan de Manejo de Tráfico (PMT).
La Coalición Colombia Humana UP-MAIS advirtió acerca de algunas inconsistencias del proyecto y ratificó su oposición al metro elevado propuesto por Enrique Peñalosa.
La concejala Ana Teresa Bernal argumentó que los estudios de prueba de carga de los pilotes del viaducto, adelantados en 2018, no tuvieron interventoría, lo cual constituye una violación a la Ley 80 de 1993 y al Estatuto Anticorrupción. Además, dijo, la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) -y no la empresa interventora del contrato- fue quien certificó la factibilidad de los estudios, constituyendo una irregularidad en el proceso de contratación.
Por su parte, la concejal Susana Muhamad, también integrante de la Coalición Colombia Humana UP-MAIS, expresó su preocupación por la incertidumbre en el costo final de la línea de metro, que podría aumentar 2 billones más, adicionales a los 13,9 billones estimados por la Administración Distrital. Además, alertó sobre el traslado de redes de servicios públicos sin tener los estudios de detalle finalizados de la PMLB. En el mismo sentido se pronunciaron Heidy Sánchez y Ati Quigua, quienes reiteraron que el metro será un alimentador de TransMilenio.
Sin embargo, desde la Alianza Verde, las posturas entre los miembros de la bancada estuvieron divididas entre los que denunciaron irregularidades y los que apoyan la obra, pero con modificaciones. En el primer caso, el concejal Julián Espinosa denunció que de los 410 contratos suscritos por la Empresa Metro, el 70% ha sido adjudicado ‘a dedo’. Adicionalmente, afirmó que el Gerente Andrés Escobar no tenía la experiencia necesaria para liderar este proyecto.
La concejal María Fernanda Rojas alertó sobre el Plan de Manejo de Tráfico de la obra en la Av. Caracas; según ella, todos los riesgos se le trasladarán al Distrito, lo cual podría causar colapsos en la movilidad en las vías alternas. Además, detalló los problemas de diseño y ubicación de las estaciones entre la Calle 26 y la Calle 72 donde se prevén pocas, siendo la zona que presentará mayor demanda de pasajeros.
De otro lado, los cabildantes Martín Rivera y Diego Laserna resaltaron los beneficios que representa este proyecto para la ciudad, entre ellos, la generación y captura de valor; el aprovechamiento comercial en las estaciones; la publicidad y el intercambio de saberes entre chinos y colombianos a nivel científico y cultural. Además, Rivera propuso herramientas de financiamiento para que la tarifa sea proporcional a los ingresos de las clases media y baja.
Otros miembros de esta bancada, como Luis Carlos Leal, Andrea Padilla, Julián Rodríguez y Edward Arias, hicieron referencia a algunos retos que enfrenta la PMLB: gestión ambiental, futura tala de aproximadamente 1.400 árboles, extensión a la Calle 100 y a Suba y Engativá y posibles imprevistos que podrían retrasar la entrega de la obra más allá del 2028, año en el que se espera entre en funcionamiento.
El debate sobre la PMLB continuará en próximas sesiones con la intervención de Cambio Radical y la respuesta de la Administración Distrital frente a las inquietudes e inconsistencias señaladas por los cabildantes.
Imagen: Cortesía Empresa Metro de Bogotá