Bogotá en búsqueda de entornos escolares seguros

Lograr entornos escolares seguros es un reto en el que deben trabajar en conjunto la Administración Distrital, la familia y la comunidad. Conozca cómo se llevó a cabo el debate sobre este tema en el Concejo de Bogotá.

Diferentes administraciones en Bogotá se han planteado últimamente la necesidad de tener estrategias que garanticen entornos escolares seguros en los colegios, debido a las crecientes amenazas a las que están expuestas los jóvenes y niños de la ciudad.

Entre estas amenazas está el consumo y expendio de sustancias sicoactivas que se presenta principalmente en localidades como Usme, Ciudad Bolívar y Kennedy. Para contrarrestar esto, la Administración ha venido trabajado desde 2016 en la localidad de Ciudad Bolívar con cerca de 7.800 niños para la prevención del consumo de drogas. A su vez, según la encuesta de 2015 de Clima Escolar y Victimización, 3 de cada 10 niños afirmaron que existe venta de drogas cerca de sus instituciones educativas, y 2 de cada 10 certificaron que en sus colegios se comercializan sustancias sicoactivas.

Sumado a lo anterior, se presenta también la amenaza de abusos y violencia en los entornos escolares. En 2016 se registraron 30.241 casos que alteraron el clima escolar, principalmente en localidades como Bosa, Rafael Uribe Uribe, Kennedy y Usme. Además, está la amenaza de la deserción escolar, que entre 2014 y 2016, según cifras presentadas por el concejal Pedro Julián López, llegó a unos 2.456 casos, algo preocupante porque aumenta inevitablemente la vulnerabilidad de los jóvenes a las problemáticas de su entorno social.

Para darle pronta solución a esta realidad, el Distrito ha venido aumentando el pie de fuerza de policías de infancia y adolescencia interviniendo entornos escolares vulnerables con ayuda de vigilancia canina.

Asimismo, durante el debate citado por las bancadas de Cambio Radical y Alianza Verde el pasado 24 de marzo de 2017, el concejal José David Castellanos mostró cifras de la Universidad de la Sabana, que revelan que el 72% de los estudiantes de la ciudad consumen alcohol y el 43% fuma tabaco. Igualmente, concejales como Yefer Vega centraron sus argumentos en problemáticas  como el suicidio, que se presenta en su mayoría en las localidades de Suba, Bosa, Engativá y Kennedy; y la concejala Lucía Bastidas en las consecuencias que tiene la violencia intrafamiliar en el comportamiento de los niños.

Finalmente, la Administración Distrital y el Concejo de Bogotá llegaron a la conclusión que es prioritario el uso de cámaras  de vigilancia alrededor de los colegios, así como un trabajo de retroalimentación con la comunidad y las familias para evidenciar los factores de riesgo que deben superarse en los entornos escolares.