Bogotá, una ciudad ruidosa

Preocupa el incumplimiento de la norma sobre límites de contaminación auditiva en la ciudad. Sector comercial, el que más le sube el volumen a Bogotá.

Omar Oróstegui Restrepo *

Director Bogotá Cómo Vamos

director@bogotacomovamos.org

 

En el último año, los porcentajes de cumplimiento normativo por contaminación sonora en la ciudad han caído drásticamente. Esto resulta preocupante, toda vez que la exposición a altos niveles de ruido no solo altera la tranquilidad sino que puede generar pérdida auditiva, según advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entre 2015 y 2016, el nivel de incumplimiento en Bogotá pasó de 19% a 69%. El sector comercial fue el que más contribuyó a esta infracción normativa: el año pasado, su porcentaje de cumplimiento apenas llegó al 27% y, desde 2014, muestra una disminución porcentual en el acatamiento legal, al pasar del 49% para dicho año al 36% en 2015.

Zonas con usos comerciales permitidos, como almacenes, centros comerciales, locales, bares y restaurantes, entre otros, no pueden emitir un ruido mayor a los 70 decibeles en el día y 60 decibeles en la noche (ambos estándares máximos permitidos), según la normatividad vigente.

De acuerdo con la Secretaría Distrital de Ambiente, el tráfico automotor, el tráfico aéreo y el perifoneo contribuyen al 60% de la contaminación auditiva en la capital. El otro 40% lo aportan los establecimientos de comercio, las pymes, las grandes industrias y las construcciones.

La ciudad, entonces, debe bajarle el volumen a su cotidianidad, para así poder vivir más tranquilos, en especial en los espacios públicos donde el exceso de ruido es evidente.

Cabe recordar que, según el nuevo Código de Policía, las actividades con ruido excesivo que generen molestia auditiva acarrean una multa de $393.440.

 

* Columna de opinión del director publicada en el diario ADN