Calidad del aire y buses

En la entrega de 172 nuevos buses la alcaldesa habló del impacto ambiental: “…equivalen a haber sembrado 148 mil árboles para capturar CO2”. Este tipo iniciativas son una buena noticia: Bogotá es la segunda ciudad latinoamericana con mayor número de buses eléctricos después de Santiago de Chile. Entonces, ¿cómo impactan estos avances a la ciudadanía?

De acuerdo con #miVozmiCiudad, el 35% de las personas dijo estar satisfecho con su medio de transporte y un 44% insatisfecho. Esto es importante ya que el 54% de los participantes indicó utilizar mayoritariamente el TransMilenio, bus, colectivo y buseta (incluido SITP) para movilizarse. Son en estos modos donde se concentra la meta para el 2022: contar con 1.485 buses eléctricos.

La encuesta también muestra una deteriorada percepción con respecto a la calidad del aire: mientras que 1 de cada 10 personas dijo estar satisfecho, 7 de cada 10 expresó lo contrario. De las localidades que serán beneficiarias de estos buses, solo Rafael Uribe Uribe está por encima de la media distrital en satisfacción (13%). Esto es clave si recordamos que la contaminación proveniente de los vehículos corresponde a aproximadamente el 80% del material particulado de la ciudad.

Una política de movilidad sostenible debe procurar tener, como eje, servicios de transporte multimodal que promuevan tecnologías amigables con el medio ambiente. Además, estos esfuerzos deben ser parte de una gestión multisectorial por transformar los entornos productivos de la ciudad región; desde una apuesta decidida por mejorar la calidad de vida en comunión con la naturaleza.

Por: Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos

director@bogotacomovamos.org

Columna publicada en diario ADN, 17 de febrero de 2022