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Doña Juana sin cuórum

La sesión plenaria del Concejo de Bogotá citada para el pasado 22 de marzo y que debía abordar las polémicas sobre la contratación en la UAESP, la operación del relleno sanitario Doña Juana y los cementerios de Bogotá, arrancó media hora tarde y al final no tuvo ningún resultado por falta de cuórum.

El próximo domingo 2 de abril, Concejo Cómo Vamos publicará el informe de seguimiento al concejo y su desempeño durante el segundo semestre de 2022. El objetivo del informe es que la ciudadanía tenga datos fidedignos para exigir que la constante no sea el panorama desolador del debate sobre el aseo y la operación de Doña Juana: una discusión pertinente y urgente, con tres 3 proposiciones por debatir y que al final resultó en nada.

Hacer un seguimiento sobre el uso del tiempo en el Concejo y sus resultados es crucial para la ciudad por dos razones:

La primera, porque al evadir la discusión planteada, la agenda del Concejo necesariamente se retrasa y aumenta el rezago entre las proposiciones aprobadas y las debatidas. De esta manera, Bogotá pierde la oportunidad de reaccionar institucionalmente frente a temas estratégicos, como, en este caso, la gestión de los desechos y su impacto ambiental.

La segunda, porque la dilación y la falta de participación de los concejales afecta el impacto, la incidencia y la legitimidad de los debates.

Aunque el año pasado el Distrito demandó al contratista Mauricio Bernal Marcucci, del consorcio CGR por presunta responsabilidad en los delitos de contaminación ambiental con circunstancias de agravación y daño a recursos naturales y ya se han pagado más de 142 mil millones por una planta de tratamiento de lixiviados que no se construyó, la ciudad sigue sin un sistema eficiente de tratamiento de los desechos.

Esas demoras las pagan con su salud los vecinos del relleno sanitario y la ciudadanía que se siente altamente insatisfecha con las basuras acumuladas en los postes y el poco reciclaje.

Tampoco hemos tenido un control político efectivo que dé cuenta de las denuncias por entregas de coimas a funcionarios en el contrato de administración cementerios. Claramente, la Fiscalía no ha sentido la urgencia de avanzar en la investigación penal. El Concejo debe ponerse las pilas para que su rol de guardián contribuya realmente a la eficiencia en la gestión y a la transparencia en la Administración Distrital. ¡Llegó la hora de abordar su trabajo en serio!

Por: Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos

director@bogotacomovamos.org

Columna de opinión publicada en el Diario ADN, 29 de marzo de 2023

Columna Doña Juana

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Concejo Cómo Vamos

De acuerdo con el seguimiento diario de Concejo Cómo Vamos, en el segundo semestre de 2022 de las 361 proposiciones aprobadas por la corporación, solo se debatieron 56. 

Las sesiones duran en promedio 3 horas y 40 minutos, y comienzan hasta 1 hora y 20 minutos tarde como fue el promedio en la Comisión de Hacienda. Aunque el reglamento no obliga a que las sesiones se extiendan más de 4 horas, preocupa que el 43 % de las sesiones se suspendieron sin agotar el orden del día citado. 

La semana pasada Bogotá Cómo Vamos radicó ante la mesa directiva del Concejo de Bogotá una carta con algunas recomendaciones para mejorar la eficiencia de la corporación desde el punto de vista del uso del tiempo. Esta gestión fue acompañada previamente con una socialización de algunos de los hallazgos que desde Concejo Cómo Vamos se han identificado a partir de una observación simple pero rigurosa.  

Dicha socialización se hizo con el presidente actual de la corporación y tuvo el objetivo de invitar, en el marco de su liderazgo, a que las sesiones tanto de plenaria, como de las diferentes comisiones comiencen a tiempo y que se tomen el máximo de tiempo permitido por el reglamento interno del concejo, que son 4 horas. 

La función co-administrativa que cumple el Concejo en la ciudad es fundamental para contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de la ciudadanía. Los debates de control político y la actividad normativa dan forma a cómo se vive en la ciudad y una corporación que usa más eficientemente su tiempo tiene mayor capacidad de incidencia y la oportunidad de ajustarse al ritmo vertiginoso de la capital. 

La próxima semana compartiremos más detalles del desempeño del Concejo de Bogotá y daremos cuenta de cuáles fueron las discusiones más importantes que se libraron en el cabildo, cómo votaron las y los concejales frente a los proyectos presentados por la administración distrital y el impacto de sus discusiones y alertas. Una información que la ciudadanía debe conocer para construir una mejor ciudad, en la que nadie se quede atrás. 

Por: Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos
director@bogotacomovamos.org

Columna de opinión publicada en el Diario ADN, 23 de marzo de 2023

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El Corredor Verde por la Séptima

Así como la idea de construir un metro para Bogotá ha rondado por más de 70 años sin concretarse, la de una solución de movilidad y urbanística para la Séptima completa 3 décadas sin desenlace. En las localidades alrededor de este corredor emblemático viven cerca de 900 mil personas y la población flotante -los que llegan a trabajar o hacer diligencias cada día- superan los 2 millones. Son diariamente unos 4.6 millones de viajes, la mayoría en transporte público seguido de carro, taxi o moto.

La Séptima evidencia con elocuencia la segregación espacial de la ciudad resultado de la concentración de la vivienda y de los puestos de trabajo. A un vecino de El Codito, Verbenal o San Cristóbal le puede tomar 90 minutos llegar en bus al centro de la ciudad. Los más afortunados pasan en el mismo trayecto 80 minutos si viajan en transporte privado, así que para un trabajador de bajos ingresos eso implica pasar casi 3 horas de la casa al trabajo y viceversa. Tiempo que podría invertir en cuidar a su familia o practicar un deporte, lo que genera afectaciones en la calidad de vida, en especial de las personas de niveles socioeconómicos bajos que no pueden vivir cerca de sus lugares de trabajo.

Considerando que el costo del proyecto es de aproximadamente 2.5 billones de pesos y está próximo a salir a licitación, los ojos de la ciudad están puestos en el correcto desarrollo de esta obra. Pero las discusiones persisten y hay concejales que ya anunciaron demandas. Las principales críticas son por una insuficiente socialización y participación ciudadana, imprecisiones en los pliegos y que la ciudadanía votó en contra de un Transmilenio por la Séptima.

El tiempo sigue pasando y no parece avizorar un consenso político para dar solución a los problemas de las personas en la séptima. El proyecto del corredor verde, es el avance más notorio que se ha tenido para solucionar la movilidad en el borde oriental de la ciudad en mucho tiempo. La garantía de los derechos a disfrutar la ciudad debe ser el centro de un consenso que no deje a nadie atrás.

 

Por: Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos
director@bogotacomovamos.org

Columna de opinión publicada en el Diario ADN, 16 de marzo de 2023

 

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Inequidad en la movilidad de las mujeres en Bogotá

El 8 de marzo conmemoramos la lucha de las mujeres por sus derechos y sus avances en términos de equidad. Pero también es una oportunidad para resaltar datos que evidencian los desequilibrios que enfrentan las bogotanas a la hora de transportarse por la ciudad y el impacto en su calidad de vida.

Desde Bogotá Cómo Vamos hemos evidenciado que los viajes asociados al cuidado de personas se realizan mayoritariamente por mujeres. Por ejemplo, más del doble de los viajes para buscar o dejar a alguien son realizados por mujeres.

Además, las bogotanas realizan el cuádruple de viajes con el fin de ir a cuidar a alguien. Es decir, que tienen que cubrir las necesidades de acompañamiento y apoyo -la mayoría sin remuneración- casi siempre en bus. Este medio de transporte de hecho es primordialmente usado por mujeres, pues 7 de cada diez usuarios son mujeres.

Es por esto que la ciudad tiene que avanzar en hacer de los paraderos, los puentes peatonales, los buses y las estaciones lugares más amables con sus principales usuarias. Usar la mejor información posible, con indicadores objetivos y subjetivos, de las necesidades en seguridad con perspectiva de género, sin miedo de ser acosadas, abusadas o robadas.

Si bien se han dado avances, persisten riesgos y brechas que les hacen más difícil a las mujeres que a los hombres moverse con tranquilidad en un Transmilenio, en el cable o en el SITP.

Las mujeres están un 10% más insatisfechas que entre los hombres con su modo de transporte. Una cifra corrobora el porqué: por cada hombre que denunció haber sido agredido sexualmente en TransMilenio, 3 mujeres lo hicieron.

También es necesario ofrecer alternativas. Muchos viajes son cortos y se podrían hacer en bicicleta. Pero sólo 3 de cada 10 biciusarios son mujeres. La falta de iluminación, señalización y continuidad de las ciclorutas son un obstáculo para que más mujeres se suban a la bici en sus viajes de cuidado y puedan así mejorar su salud, reducir el impacto del transporte en sus presupuestos e incluso contribuir a la descongestión de la ciudad. Un reto evidente es facilitar su acceso y la cobertura del sistema de bicicletas compartidas que ya está en funcionamiento.

Para contribuir a la causa de los derechos de las mujeres, desde Bogotá Cómo Vamos seguiremos monitoreando estos indicadores con el propósito de producir información rigurosa que permita, en este año electoral, incidir en los planes de gobierno y en el Plan Distrital de Desarrollo para reducir las desigualdades basadas en género en el transporte público.

Por: Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos

director@bogotacomovamos.org

Columna de opinión publicada en el Diario ADN, 9 de marzo de 2023

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Una mirada a la siniestralidad vial en Kennedy

Kennedy es una de las localidades con más siniestros viales de Bogotá, ¿qué se sabe al respecto?

Kennedy es un corazón productivo y de abastecimiento para Bogotá y el país.  Las dinámicas presentadas en la localidad la configuran como uno de los grandes centros económicos y habitacionales en la ciudad, albergando a más de un millón de personas.  Estas condiciones generan presión diferencial en el sistema de movilidad demandando atención prioritaria para garantizar la seguridad de los actores viales.

De acuerdo con la Secretaría Distrital de Movilidad (SDM), Kennedy tuvo 1740 siniestros viales graves, esto la posicionó como una de las localidades con mayor siniestralidad en el 2021, representando el 15% de los siniestros viales graves en Bogotá.

En 2017 se dio un cambio en el enfoque de seguridad vial reemplazando el término ‘accidentes’ por ‘siniestros’ bajo la perspectiva internacional ‘Visión Cero’; respondiendo a una orientación ética en donde los accidentes no existen pues todas sus causas son evitables.

El Anuario de Siniestralidad de la SDM de 2021 estimó que en los últimos siete años cerca del 32% de los siniestros graves ocurrieron en Kennedy, Engativá y Suba.  En comparación, Kennedy tuvo una tasa de 168 siniestros viales graves por cada 100.000 habitantes para 2021, mayor a la de Bogotá que para ese año fue de 146 por cada 100.000 habitantes.

En los últimos 3 años los siniestros presentados en la localidad dejaron como víctimas principales a hombres entre los 17 y 33 años. Las víctimas más comunes fueron peatones, dejando cerca de 85 muertos.  Los que presentan más lesiones son los motociclistas.

En Kennedy las principales causas de siniestralidad vial se atribuyen a la falta de señalización vial, la conducción bajo estado de embriaguez, el exceso de velocidad, la omisión de señales de tránsito y las fallas en los automotores.

Fuente: Elaboración Propia con base en SDM (2022).

Para 2022, el alto tránsito de distintos actores viales y la presencia de importantes avenidas de Bogotá generan un escenario para choques, volcamientos y atropellos. Las intersecciones viales y los puentes son puntos de alta siniestralidad, pues no hay señalización, ni demarcación. Las intersecciones más inseguras son: Av. Ciudad de Cali con Av.  Américas, cruce entre Av.  Boyacá y Av.  Américas y el paso de Av.  Boyacá con Calle 13.

Por lo anterior, es necesario tomar acciones que mitiguen la siniestralidad vial en Kennedy y suplan las necesidades de desarrollo y seguridad. De esta manera, el diseño de la infraestructura vial debe cumplir con principios de seguridad vial, universalidad, progresividad y responsabilidad articulándose con la promoción de la cultura vial para que la ciudadanía sea más consciente de su rol en la vía.

Para el éxito de cualquier cambio es fundamental ser conscientes de la gravedad de la problemática y visibilizarla para proteger cada vida.

Escrita por Walther López-López, María Paula Sánchez, Luisa Sánchez, Manuela Rojas y Manolo Vásquez en el marco de la estrategia de “Incubadora de expertos de ciudad”, con estudiantes de la Universidad del Rosario.

 Publicada en El Tiempo, marzo 2 de 2023

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Deforestación ahoga a Bogotá

¿Qué está pasando con la calidad del aire de Bogotá por estos días?

En lo que va de 2023 se han identificado más de trece mil alertas de incendios en todo el país en las regiones con la mayor tasa de deforestación en donde cerca de 6 de cada 10 incendios corresponden a las quemas de la deforestación. Adicionalmente, el fenómeno del Niño que es la temporada en la que hay pocos vientos y pocas lluvias, sumado a los incendios, dejan en el ambiente de la ciudad casi 4 veces más aportes de contaminantes. A principio de esta semana en Bogotá había 5 estaciones con condiciones regulares en la calidad del aire (Fontibón, Kennedy, Carvajal – Sevillana, Tunal, y CDAR) donde se reportan altas concentraciones de material particulado.

Ahora, tan sólo el 14 % de los bogotanos afirman que entre 2017 y 2021 la calidad del aire ha mejorado, mientras que el 47 % afirma que sigue igual y el 39 % que ha empeorado. Lo anterior se alinea con el hecho de que Bogotá presenta niveles muy por encima de los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así mismo, la OMS recomienda mantener niveles de PM2,5 inferiores a 10 μg/m3, y, por ejemplo, el 27 de febrero en Kennedy se alcanzaron los niveles de 33 μg/m3 (IBOCA), más de tres veces lo recomendado por la OMS. Sin embargo, tan sólo el 30 % de los bogotanos afirma que el entorno de su vivienda tiene problemas con la calidad del aire (EMP, 2021).

A la luz de la crisis actual, la administración distrital ha considerado, entre otras medidas, imponer pico y placa a las motos. Frente a esta propuesta, es importante considerar que adicional a lo mencionado al inicio de la columna, las motos no son la principal fuente de emisiones. Según nuestro último Informe de Calidad de Vida, las motos son responsable tan solo del 6.8 % de las emisiones de PM10, versus por ejemplo el 44 % del transporte de carga. Es importante entonces, considerar estos aspectos y evaluar los impactos que pueda llegar a tener esta medida en otros indicadores de calidad de vida de la ciudad.

Por: Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos
director@bogotacomovamos.org

Columna de opinión publicada en el Diario ADN, 2 de marzo de 2023

 

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¿Ciudadanos que ya no quieren montar en taxi?

Más allá de la legitimidad o no del paro convocado por el gremio de los taxistas, es importante encontrar respuestas de por qué, en algunos segmentos de la población, la elección tiende a favorecer a las aplicaciones de transporte y no a los taxis y cómo están influyendo factores de seguridad y conveniencia.

Durante esta semana el país está ante la expectativa de las decisiones que se tomen producto de la tensión entre el gobierno nacional, los gobiernos locales y el gremio de los taxistas. Entre las razones que dan los taxistas para hacer un paro nacional, están, por ejemplo, los precios en los combustibles, legalidad e informalidad en el transporte en donde las aplicaciones tienen un rol importante en la discusión y el régimen de sanciones. Desde Bogotá Cómo Vamos queremos dar una perspectiva ciudadana de qué tanto se usan los taxis y las aplicaciones y algunas de las razones por las que un sector de la ciudadanía prefiere las aplicaciones sobre los taxis.

Cuando hablamos del servicio al momento de transportarse en la ciudad los usuarios suelen valorar temas como la seguridad, las tarifas y la rapidez. Estos temas contrastan con la perspectiva del gremio de los taxistas, quienes se preocupan por los altos costos de su trabajo, como el pago de las cuotas del carro, el cupo, la afiliación a la empresa de taxis y la gasolina entre otros.

Si hacemos un análisis por estratos socioeconómicos, encontramos que el 16% de los bogotanos y bogotanas de estrato altos (5 y 6) usan taxi como su principal medio de transporte, mientras que el 19% de estos estratos usan aplicaciones. En estratos medios (3 y 4) el 9% usa taxis, mientras que el 5% usa aplicaciones. En los estratos bajos (1 y 2) se distribuye el modo con 2% para taxi y 1% para aplicaciones. En estas circunstancias, evidenciamos que, en general, los estratos medios y altos son los que más usan el transporte público individual, así como también los que más usan la alternativa de las aplicaciones.

En el estrato 6, por ejemplo, el 60% de quienes usan aplicaciones para desplazarse a su trabajo no está dispuesta a usar taxi. Además, el 57% de las personas que usan aplicaciones de transporte para ir a su trabajo reportan nunca usar el taxi para dichos fines.  Tiene razón el gremio de los taxistas en el paro nacional al manifestar su preocupación, puesto que se evidencia que en los estratos altos más personas usan aplicaciones que taxi.

Por Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos,
publicada en el diario ADN, 23 de febrero de 2023

 

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¿Cómo nos va en la salud?

El debate durante las últimas semanas sobre la reforma a la salud ha colmado las discusiones de la opinión pública. Desde Bogotá Cómo Vamos – BCV – queremos hacer un breve análisis desde dos variables fundamentales como son la cobertura y la calidad de los servicios de salud que se proveen en la capital del país. Lo anterior en el marco del rol de BCV en ofrecer una ciudadanía un horizonte de ciudad que se desarrolla sosteniblemente y que garantiza derechos.

Así las cosas, es importante pensarse la reforma a la salud desde la equidad espacial en el acceso físico a los servicios de salud. Según la encuesta Multipropósito 2021, los bogotanos y bogotanas estrato 1 demoran en promedio 54 minutos en llegar a su EPS por su lejanía a centros de salud, mientras que las personas en estrato 5 o 6 demoran menos de media hora, casi la mitad de tiempo para acceder a estos servicios. Así mismo, encontramos que la principal barrera en Bogotá para acceder a servicios de salud es la nacionalidad. En este caso, el 31% de las personas que no están afiliadas al sistema de salud, su razón principal es que son extranjeros.

La segunda barrera que se presenta es la de la informalidad. Un 20% de las personas que no están afiliadas, corresponde a que no están vinculados laboralmente a ninguna entidad o empresa. Esto es relevante si consideramos que el 33,9% de la población bogotana están en la informalidad.

Aunque se presentan barreras para el acceso a los servicios de salud, es importante contrastar con la percepción de calidad de dichos servicios en Bogotá. El 88% considera que la calidad del servicio es buena o muy buena, aunque esto varía por estratos. Por ejemplo, el 84% considera que el servicio es bueno, mientras que el 92% del estrato 6 lo pondera igual. Es relevante entonces resolver la tensión entre la percepción de calidad y las barreras de acceso a los servicios sobre todo si lo vemos desde una perspectiva de garantía de derechos de ciudad en donde nadie ni ningún territorio debe quedar atrás.

Por: Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos
director@bogotacomovamos.org

Columna de opinión publicada en el Diario ADN, 16 de febrero de 2023

 

 

 

 

Artículos

Crisis de la Primera línea Metro de Bogotá

No es la primera vez que los bogotanos y bogotanas están en completa incertidumbre con respecto al actual proyecto de la primera línea del metro de Bogotá – PLMB. Las tensiones y polarización propias del proyecto de infraestructura de mayor impacto en la ciudad han existido desde su génesis configurando una nueva batalla de la larga guerra entre egos políticos de las diferentes orillas y, ahora, el autoproclamado centro. Desde Bogotá Cómo Vamos, teniendo en cuenta el trabajo que se está gestionando en la actualidad alrededor del diseño y la implementación del proyecto Metro Cómo Vamos, queremos centrar la atención sobre lo realmente importante de la discusión que es el mejoramiento de las condiciones de la calidad de vida de la ciudadanía capitalina.

El problema de la PLMB no es un problema político, es un problema de sostenibilidad ambiental de una ciudad que debe apuntarle a la garantía de derechos. Estamos hablando de que Bogotá está muy por encima de los estándares recomendados por la Organización Mundial de la Salud en términos de material particulado, tanto en PM 10, como en PM 2.5. Estamos hablando de la segregación socioespacial característica de Bogotá que se manifiesta en un constante aumento de los tiempos de viaje tanto para ir tanto al trabajo, como al estudio: de 47 a 68 minutos entre 2017 y 2021, así como de 31 a 36 minutos en el mismo periodo del tiempo respectivamente. Lo anterior teniendo impacto en la desigualdad en la que Bogotá puntea las mediciones nacionales convirtiéndose en un elemento esencial de la sostenibilidad económica y social de la ciudad.

Una sociedad que quiere garantizar el derecho a la ciudad debe privilegiar el bien colectivo sobre los réditos políticos individuales. De la misma manera, los recursos ya invertidos para la obra deben convertirse en una razón más para construir sobre lo construido y reducir sobrecostos nocivos para la ciudad. En este año electoral no podemos ser presa de especuladores políticos, debemos construir consensos y avanzar.

Por: Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos

director@bogotacomovamos.org

Columna de opinión publicada en el Diario ADN, 9 de febrero de 2023

Artículos CCV

Puntualidad y permanencia, dos retos para los concejales de…

Del total de las sesiones desarrolladas por el Concejo de Bogotá durante el segundo semestre de 2022, menos del 4% iniciaron puntuales y más del 30% arrancaron luego de los 30 minutos de citadas.

Debates de ciudad como Región Metropolitana se demoraron más de 40 minutos en iniciar, así como debates de control político de temas apremiantes de ciudad los cuales cuentan con la presencia tanto de secretarios como de delegados de la Administración Distrital.

El equipo de Concejo Cómo Vamos, como ejercicio ciudadano de veeduría y control social al Concejo de Bogotá realiza un acompañamiento diario a las sesiones de la corporación, evidenció que este tiempo no es repuesto durante las sesiones. El Concejo de Bogotá no solo inicia tarde las sesiones, sino que acaban antes de las 4 horas sin haber culminado los temas como se sugiere en el Acuerdo 741 de 2019, del reglamento interno de la corporación, y sus modificaciones.

Durante el segundo semestre de 2022 de las 142 sesiones que realizó el Concejo de Bogotá en el segundo semestre, el 58% duraron menos de 3,5 horas, y de estas, el 43% se terminaron sin haber cerrado el debate, esto, en parte, porque no hubo la cantidad de concejales suficientes para continuarlas y aprobar sesión permanente.

Concejo Cómo Vamos ha evidenciado a su vez que el promedio de permanencia de los concejales y concejalas en las mismas es del 58% del total de cabildantes que deberían acompañar las sesiones. Sin embargo, el 100% ellos hacen efectivo el pago de las sesiones, independiente de cuánto tiempo estuvo en ella o si se logró dar cierre al debate.

Lo anterior deriva en que el Concejo tome más de una sesión en los debates de ciudad y provoca un represamiento de temas en la agenda. Por ejemplo, durante el segundo semestre 2022 se aprobaron 354 proposiciones, pero sólo se debatieron 56; es decir sólo el 15% de estas.

En el informe que publicará en los próximos días Concejo Cómo Vamos se conocerán más detalles de esto y, sobre todo, del desempeño individual de cada concejal frente a su asistencia y permanencia; así como la gestión de cada comisión y Plenaria.

Así pues, tal vez la implementación del nuevo hábito de llegar a tiempo a las sesiones podría traer consigo una mayor eficiencia en el trámite de los debates para la evacuación de temas o al menos que se pueda llegar a las 4 horas de sesión.

Por: Érika Huartos Castañeda de Bogotá Cómo Vamos

Columna de opinión publicada en el diario EL TIEMPO, 07 de febrero de 2023