Concejo Cómo Vamos regresó con un nuevo monitoreo al Concejo de Bogotá

Concejo Cómo Vamos, después de suspender temporalmente sus actividades en 2020 y haber realizado un ajuste metodológico, regresó con un nuevo informe de seguimiento y evaluación al desempeño del Concejo de Bogotá durante el segundo semestre de 2021. Los resultados de esta última medición, presentada en días pasados, implica nuevos retos: la incorporación de las modificaciones al reglamento interno aprobadas por la Plenaria y la implementación del estatuto de oposición; así como el impacto de ambos elementos en el comportamiento de las bancadas y los concejales.

De acuerdo con lo anterior, esta columna, más que dar cuenta de los resultados de la medición que pueden consultarse en www.bogotacomovamos.org, quiere ahondar en las apuestas que desde Concejo Cómo Vamos tenemos con esta nueva publicación.

En primer lugar, es fundamental resaltar que, según las últimas encuestas #miVozmiCiudad de Bogotá Cómo Vamos, sólo el 6% de las personas calificaron como ‘buena’ la gestión del Concejo de la ciudad. En este contexto, nuestro ejercicio ciudadano tiene como propósito contribuir a divulgar el papel que tiene el Cabildo Distrital en la estructura institucional de Bogotá y el impacto de su gestión en la calidad de vida. El monitoreo, seguimiento y evaluación se enfocó fundamentalmente a que, tanto los debates de control político como las iniciativas normativas discutidas durante el segundo semestre 2021 en cada una de las 116 sesiones que se registraron para ello, contaran con un estándar de calidad en torno al respaldo técnico que nutren los aportes de los concejales y las bancadas, así como la prioridad de los temas discutidos.

En segundo lugar, es importante resaltar la legitimidad de este proceso de veeduría ciudadana desde el rol del control social. La Ley Estatutaria 1757 de 2015 indica que el control social es un derecho y un deber ciudadano, que en el caso particular de la labor de Concejo Cómo Vamos, le hace seguimiento y evaluación a la gestión desarrollada por las autoridades que ejercen funciones públicas; como lo es para el caso, el Concejo de Bogotá. Desde el 2002 Concejo Cómo Vamos, de la mano de sus socios, asumió este compromiso como sociedad civil de manera rigurosa, objetiva, independiente y transparente, logrando incorporar buenas prácticas en la corporación.

En tercer lugar, este informe en particular procuró incorporar un análisis cualitativo profundo que complementa los resultados cuantitativos; producto del trabajo diario que realiza del equipo de Concejo Cómo Vamos. Dicho esto, reconocemos los retos metodológicos que implican interpretar un escenario político como lo es el Concejo de Bogotá y traducirlo, no solo en una aproximación técnica y científica, sino también accesible desde su lenguaje para una ciudadanía más informada, responsable, participativa y que se interesa por los temas de la ciudad.

Quedan nuevos retos en este trabajo de perfeccionamiento y afinamiento de los criterios y variables de medición de Concejo Cómo Vamos. El programa se ha planteado la misión de seguir construyendo la herramienta colectivamente con los concejales, académicos, funcionarios y exfuncionarios del gobierno, la ciudadanía y demás actores interesados para que, cada vez, podamos entregar a los bogotanos y bogotanas un reporte más completo de cómo se están usando los recursos y cuáles son las oportunidades de mejorar y definir el impacto del trabajo de los 45 concejales que elegimos popularmente cada 4 años.

Por: Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos

director@bogotacomovamos.org

Columna de opinión publicada en EL TIEMPO, 11 de abril de 2022