Los ciudadanos están siendo cada vez más conscientes de su papel transformador en la construcción y desarrollo de las urbes. Las personas que se conformaban con lo que sus mandatarios decidían están quedando atrás y le están dando paso a lo que llamamos co-creadores, es decir, gente que aporta ideas, que discute, que trabaja de la mano con quienes crean, y llegan a acuerdos para construir una ciudad mejor.
La alianza Construyendo nuestra Séptima es una muestra de lo que se puede lograr con la participación ciudadana. Tras un trabajo con cerca de 200 personas entre residentes, estudiantes, académicos, empresarios y líderes sociales, se recogieron siete grandes aportes que buscan que el proyecto de TransMilenio por la séptima se realice de la mejor manera posible.
Estas apuestas van encaminadas a temas de la agenda mundial, como la consciencia ambiental. Parte de los aportes sugieren tener especial cuidado con los recursos naturales y optimizarlos para su buen aprovechamiento. La sana convivencia y la inclusión también estuvieron en la agenda; quienes recorren la séptima sueñan con un corredor en donde se les dé cabida a varios medios de transporte y que sea amigable con todos los usuarios.
Tan importantes como estas apuestas son los ejercicios que permiten la construcción colectiva de ciudad, que cada vez deberían ser más. Pensar las capitales con la perspectiva de quienes las habitan crea mayor sentido de pertenencia y esto conlleva a tener más respeto por lo público, o ¿a quién le gusta que afecten lo que ayudó a edificar?
Es hora de dejar de estar al margen, la transformación de la ciudad es asunto de todos. Hagamos parte de una sociedad activa, propositiva en los asuntos públicos que nos afectan, solo así lograremos grandes transformaciones.