Corridas de toros: ¿prohibir o desincentivar?

Sumario: El Concejo de Bogotá realizó un debate de control político sobre el tema, y mientra algunos cabildantes hablan de maltrato animal, otros destacan los beneficios económicos de la tauromaquia para la ciudad. Ya se aprobó, en primer debate,  proyecto de Acuerdo que busca desincentivar las prácticas taurinas en la capital.

A raíz de la primera temporada taurina del año en la ciudad, que tuvo lugar en La Santamaría entre el 2 de febrero y 1 de marzo pasados, el Concejo de Bogotá inició un debate de control político.

Allí, se escucharon voces de protesta en contra de las corridas toros, al ser consideradas un acto de maltrato animal, y se sugirieron medidas para desincentivar esta polémica práctica en la capital del país.

La concejal Andrea Padilla, de la Alianza Verde, abrió el debate. En su exposición enfatizó que las autoridades públicas no pueden promocionar las corridas de toros. En este sentido señaló que entre 2016 y 2019 la Administración de Enrique Peñalosa fomentó las actividades taurinas flexibilizando las medidas contractuales bajo las cuales se concesiona la plaza de toros La Santamaría; además, fue laxa frente al consumo de bebidas alcohólicas y facilitó un despliegue excesivo de seguridad alrededor de este lugar.

En contraste, la concejal del mismo partido, Lucía Bastidas, negó que el ex-alcalde promoviera la tauromaquia en Bogotá durante su mandato y aseguró que tomó las medidas necesarias para desincentivar esta práctica en la ciudad. La cabildante recordó que, según la sentencia SU-056 de 2018, los alcaldes no tienen la competencia para prohibir las corridas de toros, dado que es el ente legislador quien tiene la facultad de fijar las condiciones para esos espectáculos.

A su vez, el concejal Álvaro Acevedo indicó que no existe voluntad política por parte del Congreso para frenar las corridas de toros y, por lo tanto, el maltrato animal. Recalcó que el Estatuto de Protección animal exceptúa, como actos de crueldad, a las corridas de toros, novilladas, corralejas, becerradas, tientas, rejoneo, coleo y peleas de gallos.

Por su parte, el concejal Edward Arias hizo mención de los efectos negativos que genera en los niños presenciar las corridas de toros: afecta su salud mental, su desarrollo social, afectivo y cognitivo.

En la misma vía, los concejales Yefer Vega y María Victoria Vargas rechazaron la asistencia de menores de edad a los eventos taurinos. Vargas afirmó que era inapropiada la presencia de infantes en la Plaza de Toros donde se ve violencia y hay consumo de licor. Por su parte, Vega argumentó que según la Ley 1018 de la ley de infancia y adolescencia, los niños tienen derecho a ser protegidos contra todas la acciones o conducta que causen muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico.

Bogotá y la tauromaquia

La concejal del partido Conservador, Gloria Elsy Díaz, señaló que según una encuesta de RCN Radio realizada en 2015, el 81% de los bogotanos consultados expresó estar en contra de las corridas de toros y solo el 19% manifestó estar a favor.

Así mismo, el concejal Yefer Vega contó que en los años 90s se vendían entre 50.000 y 70.000 entradas para actividades taurinas en Bogotá, cifra que para el 2017 disminuyó a 28.000 entradas.

Por su parte, el concejal Pedro Julián López destacó que la tauromaquia deja beneficios a la ciudad como la generación de empleo para ganaderos, monosabios, logísticos, personal de la plaza, personal de limpieza, toreros, fotógrafos y  meseros, entre otros. López indicó que en cada temporada taurina se generan más de 300 empleos directos; además, Bogotá recibe $1.500 millones por concepto de arrendamiento, impuesto de azar y espectáculos públicos. El cabildante destacó que con los recursos provenientes de esta actividad, el Distrito ha destinado más de $10.000 millones para parques y escenarios deportivos desde el año 2.000.

En contravía, el concejal Julián Rodríguez aseguró que las corridas de toros son perjudiciales para las finanzas de la ciudad si se tiene en cuenta todo el gasto en pie de fuerza usado por la Administración anterior para cubrir los espectáculos en la plaza la Santamaría.

¿Qué proponen los concejales frente a las corridas de toros?

El concejal Martín Rivera sugirió que de los ingresos brutos generados por actividades de explotación comercial de animales se destine un 20% al fondo para apoyar personas en condición de vulnerabilidad. Agregó que estos recursos podrían distribuirse entre el Instituto de protección y bienestar animal, el IDRD y la Secretaría de Integración Social.

Por su parte, la concejal Sara Castellanos propuso incluir preguntas sobre la tauromaquia en la próxima Encuesta Multipropósito de la ciudad, así como revisar el uso del suelo de la plaza de toros La Santamaría para eventos culturales en Bogotá.

A su vez, el concejal Diego Cancino recomendó hacer una ‘fiesta de colores’ en la cual se manifieste el rechazo a las corridas de toros de una manera no violenta y se haga un reconocimiento social a la vida. Cancino también sugirió realizar un challenge para que los ciudadanos hagan cartas dirigidas a los asistentes de las corridas explicando por qué no apoyan estos eventos.

Cabe destacar que el pasado 5 de marzo la Comisión Primera de Plan del Concejo aprobó en primer debate el proyecto de acuerdo 013 de 2020 «Por el cual se desincentivan las prácticas taurinas en el Distrito Capital y se dictan otras disposiciones».

Este proyecto, per se, no busca prohibir el toreo sino desincentivar esta práctica para proteger a los animales, tal como lo ordenan las sentencias C-666 de 2010 y C-889 de 2012.

La autora principal de la iniciativa, Andrea Padilla, expuso que con esta iniciativa se busca que solo se puedan realizar corridas de toros y novilladas en la plaza de toros la Santamaría, prohibir el consumo de bebidas alcohólicas en estos eventos, incrementar la tarifa del 10 al 20% en el impuesto de espectáculos taurinos y que los empresarios taurinos asuman todos los costos de seguridad y vigilancia de las corridas, entre otros.

Queda pendiente un segundo debate en Plenaria para que este proyecto pueda convertirse en Acuerdo de ciudad.