
Así como la idea de construir un metro para Bogotá ha rondado por más de 70 años sin concretarse, la de una solución de movilidad y urbanística para la Séptima completa 3 décadas sin desenlace. En las localidades alrededor de este corredor emblemático viven cerca de 900 mil personas y la población flotante -los que llegan a trabajar o hacer diligencias cada día- superan los 2 millones. Son diariamente unos 4.6 millones de viajes, la mayoría en transporte público seguido de carro, taxi o moto.
La Séptima evidencia con elocuencia la segregación espacial de la ciudad resultado de la concentración de la vivienda y de los puestos de trabajo. A un vecino de El Codito, Verbenal o San Cristóbal le puede tomar 90 minutos llegar en bus al centro de la ciudad. Los más afortunados pasan en el mismo trayecto 80 minutos si viajan en transporte privado, así que para un trabajador de bajos ingresos eso implica pasar casi 3 horas de la casa al trabajo y viceversa. Tiempo que podría invertir en cuidar a su familia o practicar un deporte, lo que genera afectaciones en la calidad de vida, en especial de las personas de niveles socioeconómicos bajos que no pueden vivir cerca de sus lugares de trabajo.
Considerando que el costo del proyecto es de aproximadamente 2.5 billones de pesos y está próximo a salir a licitación, los ojos de la ciudad están puestos en el correcto desarrollo de esta obra. Pero las discusiones persisten y hay concejales que ya anunciaron demandas. Las principales críticas son por una insuficiente socialización y participación ciudadana, imprecisiones en los pliegos y que la ciudadanía votó en contra de un Transmilenio por la Séptima.
El tiempo sigue pasando y no parece avizorar un consenso político para dar solución a los problemas de las personas en la séptima. El proyecto del corredor verde, es el avance más notorio que se ha tenido para solucionar la movilidad en el borde oriental de la ciudad en mucho tiempo. La garantía de los derechos a disfrutar la ciudad debe ser el centro de un consenso que no deje a nadie atrás.
Por: Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos
director@bogotacomovamos.org
Columna de opinión publicada en el Diario ADN, 16 de marzo de 2023