La propuesta radicada por la Alcaldía ante el Concejo establece un cambio en el modelo de administración de los diferentes modos de transporte de la ciudad con una visión a 100 años. El objetivo es transformar la empresa Transmilenio S.A., por la Empresa Gestora del Transporte Integrado de Bogotá S.A., que tendría –de ser aprobado el proyecto- dos empresas filiales: la Empresa Metro de Bogotá y la Empresa Buses de Bogotá. Una de las discusiones que el proyecto plantea la constituye la suerte que tendrá la marca Transmilenio y su utilización en el modelo propuesto de gestión empresarial de la movilidad
Si bien el texto del proyecto concibe mantener la marca comercial Transmilenio, no resulta claro el uso que se le va a dar, se debe recordar que dicha marca goza de un conocimiento del 90%, ubicándose por encima de entidades como la ETB que tiene un conocimiento del 83% y de Canal Capital que es del 77%, según datos de la Encuesta de Percepción 2013.
Según la misma Encuesta, el 42% de los bogotanos considera que construir un metro es una de las soluciones prioritarias para la movilidad, el 24% de los encuestados opina que se debe fortalecer el SITP y el 23% de ellos propone construir más troncales de Transmilenio. En este sentido, la creación de un ente unificado responsable del transporte público multimodal podría estar alineada con las expectativas ciudadanas. Sin embargo, es necesario que los bogotanos conozcan en detalle las implicaciones de la transformación y su alcance para mejorar la movilidad.
Desde el punto de vista de la calidad del servicio las cifras no son alentadoras. En el 2013 Transmilenio alcanzó un porcentaje de satisfacción en la atención del 29%, y las personas que consideran que el servicio ha desmejorado pasó del 15% en 2012 al 22% en 2013. Esto permite concluir que más allá del aspecto empresarial, los bogotanos urgen por soluciones que mejoren el servicio y satisfacer la creciente demanda por el transporte público urbano.
La transformación de Transmilenio podría significar mejoras en la gestión y administración del transporte público, por lo que se requiere ser vigilantes en su ejecución;
más aún si se tiene en cuenta que el modelo propuesto trasciende la administración actual, por lo cual vale la pena hacer una discusión amplia, informada y transparente de este importante cambio para la ciudad.