En el norte: más orgullo y optimismo en Bogotá

El norte de la ciudad está cambiando: nuevas construcciones, nueva infraestructura vial, mayor crecimiento poblacional pero también un aumento en la congestión vehicular. Todo ello, sin duda, tiene un efecto en la manera como se concibe la calidad de vida en la capital a partir de dichas transformaciones.

El norte de la ciudad está cambiando: nuevas construcciones, nueva infraestructura vial, mayor crecimiento poblacional pero también un aumento en la congestión vehicular. Todo ello, sin duda, tiene un efecto en la manera como se concibe la calidad de vida en la capital a partir de dichas transformaciones.

En nuestra más reciente Encuesta de Percepción Ciudadana –que este año cumplió dos décadas midiendo la opinión de los capitalinos- se hacen evidentes las diferentes formas de calificar el bienestar y la oferta de servicios en Bogotá según la zona de la capital en que se habite.

Para el norte (Usaquén y Suba), en particular, los datos nos muestran mayor orgullo de ciudad, un poco más de optimismo sobre la situación futura de la economía bogotana y una mejor satisfacción con los servicios públicos, la salud y la oferta cultural de la capital.

En general, los residentes de esta zona de la ciudad califican mejor el espacio público y tienden a confiar más en el Alcalde Mayor y a ponerle mejor nota a su gestión. Y mientras en el suroriente y suroccidente el 62% de sus residentes, respectivamente, se sienten inseguros en la ciudad, en el norte lo expresa el 55%. Los números son dicientes.

Respecto al barrio, apenas el 23% de los residentes del norte se sienten inseguros, proporción que llega al 50% en el suroccidente capitalino.

Incluso, el 27% de quienes viven en las localidades de Suba y Usaquén manifiestan haber sido víctimas de algún delito en el último año, porcentaje significativamente menor cuando se le compara con la percepción de los habitantes del centro de la ciudad (el 39% lo afirma).

Por otro lado, en el norte se encuentran más satisfechos con la vivienda que habitan respecto a los bogotanos de otras zonas de la capital.

Sin embargo, llama la atención que el 35% de quienes viven en el norte consideren que la situación económica del hogar ha empeorado. En 2017 lo dijo apenas el 24%. Solo los superan en esta percepción negativa los habitantes del suroccidente de Bogotá (el 42%).

Incluso, en el norte está el mayor porcentaje de ciudadanos que consideran que el cierre de los negocios y las empresas (lo dice el 15%) es una de las principales razones que explican el deterioro de la situación económica en el hogar; también, que algún negocio quebró (6%).

Todos estos datos nos muestran distintas miradas de ciudad respecto a la sensación de bienestar, las cuales ameritan un análisis juicioso para intervenir estratégicamente. Bogotá no puede ser vista de manera global en sus cifras, pues en los territorios se perciben diferentes realidades.

Es importante garantizar la equidad social y esto pasa por emprender acciones concretas que atiendan las necesidades particulares de los bogotanos en cada una de sus localidades.