Hay que repensar las estrategias para reducir y medir la pobreza en Bogotá

Bogotá Cómo Vamos convocó a mesa de trabajo para analizar cifras y causas del incremento de la pobreza en la ciudad. Focalizar la entrega de subsidios a familias vulnerables, para que lleguen a quienes sí los necesitan, revisar modelo de estratificación, reducir el rezago escolar y el hacinamiento, algunas estrategias para revertir el aumento de la pobreza.

 

Hoy, la pobreza en la ciudad afecta más a las mujeres cabeza de hogar, a las personas entre 15 y 35 años, a los comerciantes y a los pensionados. En el último año, el índice de precios (inflación) y la redistribución de los ingresos contribuyeron al incremento del nivel de pobreza en la ciudad.

Entre 2015 y 2016, la pobreza monetaria pasó del 10,4% al 11,6%; la extrema, del 2 al 2,3% y la multidimensional, del 4,7% al 5,9%. Actualmente, 925.680 bogotanos pobres reciben menos de $265.559 al mes y 183.540 que viven en pobreza extrema, $119.957 al mes.

“El aumento de los niveles de pobreza en Bogotá recoge la inercia de las condiciones macroeconómicas del país y la ciudad… una manera de revertir esta tendencia es pensar en estrategias que permitan focalizar mejor los recursos públicos que se asignan a través de subsidios”, dijo Antonio José Avendaño, subsecretario de Información y Estudios Estratégicos de la Secretaría Distrital de Planeación, durante la mesa convocada por Bogotá Cómo Vamos para analizar las razones del aumento de la pobreza en la ciudad.

De lo contrario, enfatizó el funcionario, se podrían seguir entregando ayudas que estén mejorando las condiciones de personas que por sus propios medios ya pueden hacerlo, y no estar llevando los subsidios a quienes están en peores condiciones.

Para ello, dijo, se está trabajando en el cruce de bases de datos regionales y nacionales a fin de identificar a los bogotanos realmente vulnerables y lograr que les lleguen los subsidios.

“Es necesario mirar el efecto que tienen los precios de los alimentos y el transporte en los hogares pobres –afirmó Omar Oróstegui Restrepo, director de Bogotá Cómo Vamos-. También, mejorar la entrega de subsidios y revisar la estratificación. En la ciudad, hay pobreza y riqueza ocultas en diferentes localidades, y algunos podrían estarse beneficiando del entorno, pagando pocos impuestos, a pesar de contar con altos ingresos. Se debe revisar en detalle quiénes están hoy en el Sisbén y no deberían estarlo”.

Por su parte, el consultor e investigador Manuel Riaño aseguró que la desaceleración de la economía ha impactado negativamente al comercio de la capital, por lo cual, 90.000 bogotanos perdieron sus empleos en el sector durante el último año. Respecto a la pobreza multidimensional, aclaró, su aumento ha estado supeditado al incremento en las condiciones de hacinamiento de los bogotanos.

“Además de trabajar en temas de vivienda, salud, educación y lucha contra el trabajo infantil, hace falta un esfuerzo mayor en inclusión productiva, y no solo en inclusión social, la cual también es clave”, indicó el experto.

La evolución de la pobreza multidimensional, según Avendaño, demanda acciones que contribuyan a mejorar las condiciones de empleabilidad formal, reducir el rezago escolar y el hacinamiento crítico.

Desarrollar equipamientos asociados al transporte público en población vulnerable, mejorar la calidad de la educación secundaria y media y fortalecer la formación técnica y tecnológica en Bogotá, son otras acciones que ayudarían a reducir los niveles de pobreza en la ciudad, según los expertos.

En 2016, los ingresos del 10% de la población con mayores recursos eran 18.68 veces los ingresos del 40% de la población menos favorecida. El ingreso medio per cápita de los hogares pobres es hoy la séptima parte del ingreso medio per cápita de los hogares no pobres en la ciudad.