Inequidades sociales

Las crisis son el escenario propicio para visibilizar la realidad de las fallas estructurales. La emergencia sanitaria puso en evidencia las profundas desigualdades que tiene Bogotá en materia de género y juventud.

Por un lado, la violencia de género aumentó; la ciudad se ubicó en el primer lugar de llamadas por denuncias en la línea nacional con el 42% del total, además de las hechas a Línea Púrpura de la Secretaría de la Mujer, que aumentaron en un 225%. Por otro lado, el desempleo impactó a estos dos grupos. Según el Dane, entre marzo y mayo el desempleo de jóvenes, de 14 a 28 años, fue 33,3% y la de las mujeres: 20,7%. Esto quiere decir que el desempleo en los jóvenes estuvo 10 puntos porcentuales por encima del promedio de la ciudad, donde éste estaba en 23,6%.

Estas cifras muestran de vulnerabilidad que sufren mujeres y jóvenes; lo que se ratifica por cifras mundiales donde aún persisten grandes desafíos en el acceso a derechos.

La violencia de género representa un lío que debe ser abordado de manera urgente, tanto en las medidas de atención y auxilio, hasta las más estructurales como la equidad en términos económicos, sociales, políticos y culturales. Asimismo, con la población juvenil, Bogotá se está perdiendo un chance único de ofrecer opciones que aprovechen el bono demográfico para promover el desarrollo y crecimiento de la ciudad. Ambas problemáticas deben ser abordadas de manera intersectorial, de tal manera que la ciudad pueda gozar de todos los beneficios que tiene la inclusión y la igualdad en una sociedad.

Por: Felipe Bogotá, Director de Bogotá Cómo Vamos.

director@bogotacomovamos.org

Columna de opinión publicada en Diario ADN, 3 de septiembre de 2020