Durante la presente semana, los bogotanos hemos sido testigos de los inconvenientes que ha tenido la administración actual para cumplir de manera adecuada con la prestación de los servicios de cuidado y aprendizaje que reciben los niños y niñas de la ciudad en los jardines públicos. El tema no es para menos, teniendo en cuenta que de acuerdo con los datos de la Encuesta de Percepción Ciudadana 2015, cuatro de cada diez niños de la ciudad asisten a un hogar comunitario, guardería, preescolar o jardín público.
Según la Secretaría Distrital de Integración Social, a septiembre de 2015 la ciudad tenía 430 jardines infantiles en los que se han atendido 66.976 niños y niñas en espacios como colegios distritales, jardines con estructuras modulares (fijas y móviles) y casas arrendadas. Estas últimas fueron estrategias coyunturales que tomó la pasada administración para satisfacer la demanda de cupos en zonas deficitarias de la ciudad, mientras realizaba la gestión para consecución de predios y la construcción de instalaciones adecuadas. No obstante, solo construyó 3 nuevos jardines.
Ante esta situación, es urgente que la presente administración adelante un plan de choque para evitar traumatismos en la atención a la primera infancia mientras analiza los requerimientos y necesidades de infraestructura y localización de los jardines actuales, incluyendo los jardines en la modalidad de arrendamiento. Aspectos que deben ser considerados en el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial que se formulará en el cuatrenio.
Adicionalmente, es importante, evaluar el recurso humano vinculado a estas instituciones y el equipamiento disponible para la atención a la primera infancia.