El año pasado, la administración hizo un anuncio importante para la ciudad: después de varios meses de discusión, la Carrera Séptima tendría un sistema de operación pretroncal que permitiría a buses duales (con puertas en ambos costados) operar en la troncal de la Carrera Décima y conectar al norte con la principal avenida de la ciudad. Los primeros buses empezaron a funcionar el 26 de octubre de 2013.
La noticia completa era que por la Séptima irían a correr buses híbridos que cubrirían las rutas desde el 20 de julio hasta la Calle 100 a partir del 23 de diciembre. Estos nuevos buses funcionarían con diésel y electricidad con la promesa de reducir emisiones y ruido. La administración puso al servicio nuevos paraderos, la señalización e incluso varios puntos de medición de la calidad del aire. Mes y medio después, los buses no transitaron por la Séptima.
El día sin carro, la administración presentó los primeros de estos buses en rueda de prensa y olvidó explicar los problemas que ha tenido su tardía implementación: no hay paradero integrado en la Calle 100, los buses han tenido problemas de importación y otras rutas del SITP por la Séptima tampoco han empezado a funcionar. La Séptima ha estado en el limbo desde 2006, es hora de que la ciudad tenga una solución definitiva a sus problemas.
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Esta columna fue originalmente publicada en ADN.