Pico y placa, sí y no

El pico y placa surgió como una medida para restringir la circulación de una porción de los automóviles en las horas críticas de circulación por la ciudad. Después de 16 años de medida, la ciudad ha visto cambios en su aplicación para adaptarla a las «nuevas» realidades de movilidad en la ciudad. La más reciente modificación fue aprobada en diciembre para entrar en efecto el 18 de febrero.

La nueva medida implicaba la consolidación de las zonas de libre circulación en los extremos norte y sur de la ciudad y la creación de una restricción especial que obligaría a los vehículos particulares que entraran al centro a tener al menos 3 ocupantes. Sin embargo, después de socializar las nuevas reglas del pico y placa, la alcaldía anunció que corrió la fecha de implementación por dos meses.

Bogotá Cómo Vamos ve con preocupación que las razones por las cuales se aplazó la implementación del nuevo pico y placa no hayan sido tenidas en cuenta antes de hacer pública la nueva medida. No está mal hacer cambios de las políticas públicas, lo que están mal es que no se haga la correcta planificación que permita su adecuada implementación.

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Esta columna salió publicada en ADN el pasado miércoles.