Bogotá retrocede en su proceso de reactivación económica ante el tercer pico de pandemia. Según el Observatorio para el seguimiento de la atención de la emergencia y reactivación, en el boletín de marzo, la ciudad representa el 18% del total de ocupados en el país y el 25% de las pérdidas en el total de ocupados en enero. De igual manera, se encuentran los niveles de ingreso laboral; pese a que representa el 26% del total nacional, fue responsable del 37% de la pérdida total.
Las nuevas medidas de cuarentenas pueden llegar a afectar la confianza del aparato productivo de la ciudad; principalmente a la certidumbre de empresarios y ciudadanos en que la situación económica va a mejorar. De acuerdo a la última encuesta #miVozmiCiudad, el 68% de las personas encuestadas estaría de acuerdo en regresar a una reactivación total de la economía y propender por el auto-cuidado y solo el 21% considera que las cosas van por buen camino.
En este nuevo retroceso, se hace necesario incorporar aprendizajes que parecía ya habíamos comprendido. Se venía alertando, desde diferentes grupos de salud, que la estrategia DAR (Detectar, Aislar y Reportar) venía fallando, bajando el número de tamizajes para Covid 19.
Ahora, las imágenes de miles de viajeros en Semana Santa, sumado a las aglomeraciones y el incumplimiento de medidas de bioseguridad, dan cuenta de un largo camino por recorrer como comunidad y retos frente a la cultura ciudadana; en este momento de profundos cambios económicos y sociales el entendimiento como colectivo es clave para para la reactivación y progreso de la ciudad.
Por: Felipe Bogotá, director de Bogotá Cómo Vamos.
Columna publicada en Diario ADN, 8 de abril de 2021