La Administración se ha propuesto convertir la ciudad en “un laboratorio para la implementación de energías limpias en los sistemas de transporte masivos”, según reseña la página web de Río + 20 en Bogotá. El evento hace seguimiento anual a los compromisos de la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible celebrada en Brasil en 2012.
Los buses híbridos, vehículos que combinan un motor diésel con uno eléctrico, fueron protagonistas de la jornada. El avance a la fecha es de 166 “buses verdes” en operación y Transmilenio reporta que espera terminar el año con 230. Los 34 taxis eléctricos de los 50 establecidos en el plan piloto, también fueron noticia durante los dos días.
El Plan de Desarrollo propone reducir en 10% las emisiones de gases efecto invernadero y material particulado del transporte público. El 46% de las emisiones que contaminan el aire en Bogotá, según el Informe de calidad de vida 2013, provienen los taxis, el Transmilenio y el transporte público colectivo y zonal. Los buses híbridos pueden emitir hasta un 50% menos de material particulado, medida utilizada para evaluar la calidad del aire, según estudios de la Secretaría de Ambiente.
Si tenemos en cuenta que en los últimos 5 años se viene reduciendo el nivel de contaminación del aire, expresado en “concentración media anual de partículas de polvo en 10 micras”, la implementación de los buses híbridos y los taxis eléctricos puede contribuir al alcance de la meta, pero sólo hasta final del año se dispondrán de datos estadísticos para hacer la medición.
Por ahora, resulta importante que se socialicen estas experiencias, pues según el Informe de percepción ciudadana 2013, la mitad de los bogotanos no perciben una gestión institucional para disminuir el impacto del cambio climático, a pesar que 65% de los bogotanos dicen saber qué es 61% de ellos, creen que está afectando su calidad de vida actualmente.