Concejal Lucía Bastidas – Alianza Verde
1-Hay que aclarar que de las 1.395 hectáreas declaradas como reserva, solo 109 están destinadas a zonas de protección y hay 552,68 que deben ser restauradas. Es decir, la Reserva no está hecha, hay que hacerla.
2-Estas tierras son privadas y si el Distrito quisiera comprarlas costarían 2.5 billones de pesos, el equivalente al 76% de la inversión en la educación de los niños de la ciudad en un año
($ 3,28 billones). Si se comprara, faltaría plata para intervenirla.
3-Tenemos una necesidad de suelo para suplir un déficit actual de 300.000 viviendas. Y se necesitarán más para 1.600.000 habitantes nuevos que tendrá Bogotá en los próximos años.
4-Existen avances tecnológicos y científicos que permiten diseñar un proyecto ambientalmente sostenible en el que se pueda urbanizar sin afectar la conectividad ecológica de la flora y la fauna.
5-Tenemos cómo actuar. Se pueden incluir en el POT plusvalías y cargas urbanísticas para que los dueños de la tierra que se beneficien con la urbanización, aporten los recursos para restaurar la reserva y hacer del borde norte un ejemplo de desarrollo ambientalmente sostenible.
VERSUS
Concejal Manuel Sarmiento – Polo Democrático Alternativo
1-El alcalde Peñalosa intentó urbanizar el área de la Reserva Van der Hammen en su primer gobierno y fue derrotado por la ciencia después de que un comité de expertos demostrara con estudios técnicos la inconveniencia de esta propuesta.
2-La Reserva constituye una conexión ecológica irremplazable entre los Cerros Orientales, el Río Bogotá, varios humedales y bosques nativos. Su subsuelo es rico en aguas subterráneas y resguarda recursos ambientales invaluables como las 30 especies de aves que solo se encuentran en esta región.
3-No es cierto que en la Reserva solo haya potreros y que apenas cuente con 80 hectáreas de áreas protegidas. Las 1.395 hectáreas están protegidas, algunas de ellas deben restaurarse de acuerdo con lo dispuesto por la CAR. Tampoco es cierto que las zonas verdes propuestas por el Alcalde reemplacen la reserva. Los parques no prestan los mismos servicios ambientales.
4-Urbanizar la Reserva violaría el principio constitucional de la progresividad, pues significaría una regresión respecto a la protección jurídica que tiene como área protegida.
5-El Alcalde pretende revivir un pleito en el que no lo acompaña la ciencia, ni la comunidad, ni la ley, imponiendo una propuesta de expansión que coincide con una
desestimada por la CAR hace algunos años.