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Balance del 2022

El 2023 tiene la oportunidad para que la administración pueda mostrar los resultados que se propuso.

Finaliza el tercer año del gobierno de Claudia López y Bogotá se debate entre el optimismo de la construcción de la ciudad del futuro y los resultados de los indicadores más relevantes que evidencian dificultades en las condiciones de calidad de vida de la ciudadanía.

El 2023 tiene la oportunidad para que la administración distrital pueda mostrar los resultados e impactos que se propuso para el cuatrienio en coherencia con el bienestar y el sentir ciudadano. Desde Bogotá Cómo Vamos ofrecemos un panorama de algunos resultados de los principales indicadores con los que hacemos monitoreo y seguimiento a las condiciones de calidad de vida de la capital del país.

En materia de empleo, Bogotá cierra el trimestre de agosto a octubre de 2022 con una tasa de desempleo de 9,6 %, es decir, 3,9 puntos porcentuales más baja que el mismo periodo en 2021. Esta cifra mantiene una tendencia decreciente, pero se identifica una ralentización en dicho decrecimiento. Mientras que en los primeros trimestres del año la tasa de desempleo cayó en promedio 6 puntos porcentuales con respecto a los mismos periodos de 2021, en la segunda parte del año dichas caídas fueron del orden de 4,5 puntos porcentuales, llegando a 3,9 en los últimos 2 trimestres reportados por el DANE.

En materia de seguridad, en Bogotá hay una tendencia variable en los homicidios en 2022, sin embargo, en el agregado hubo una disminución frente a 2021. Mientras el acumulado de enero a noviembre llegó a 1.045 en 2021, dicha cifra bajó a 910 en 2022, equivalente a una reducción hasta noviembre del 13 %. Sin embargo, en materia de hurtos, la tendencia se revierte. Mientras el año pasado hubo 98.682 hurtos entre enero y noviembre, dicha cifra asciende a 114.332 hurtos en 2022, lo cual equivale a un aumento del 16 % entre 2021 y 2022.

Lo anterior se alinea con los resultados en percepción de seguridad. Según la encuesta de percepción y victimización de la Cámara de Comercio de Bogotá de 2022, el porcentaje de personas que cree que aumentó la inseguridad en la ciudad, pasó de 61 % en 2018 a 77 % en 2022, sin embargo, el máximo se presentó en 2021 con el 88 %. Adicionalmente, es importante destacar que en la misma encuesta el hurto a personas es la modalidad delictiva de la cual se reporta más victimización (77 %) y de la que se reporta mayor preocupación en la ciudad (49 %).

En movilidad se observa que el número de víctimas por accidentes viales aumentó, pasó de 405 en el periodo de enero a octubre de 2021, a 498 en el mismo periodo de 2022. Lo anterior equivale a un aumento del 23 %, jalonado principalmente por víctimas de usuarios de motos, las cuales explican el 42 % del aumento interanual, seguido de usuarios de bicicleta con el 14 % del aumento. De manera similar, se observa que las víctimas no fatales también aumentaron, pasaron de 3.398 en 2021 a 4.722 en 2022, es decir, un aumento del 39 % entre los dos años. Este aumento se encuentra jalonado principalmente por usuarios de motos, seguido de peatones.

En cuanto a tiempos de viaje, según la Encuesta Multipropósito de Bogotá, el tiempo promedio de trayecto hacia el lugar de trabajo aumentó significativamente de 47 minutos en 2017 a 68 minutos en 2021. Similarmente, el tiempo promedio al lugar de estudio también aumentó, pasó de 31 minutos en 2017 a 36 minutos en 2021. Esta tendencia también se observa con los datos más recientes de la plataforma de movilidad Moovit, la cual identifica que la duración promedio de un trayecto en transporte público pasó de 64 minutos en 2020 a 71 minutos en 2022.

Es importante reconocer los esfuerzos que la administración ha hecho en materia de infraestructura, educación y focalización de políticas sociales en poblaciones vulnerables, sobre todo, teniendo en cuenta el desafío inédito de enfrentar una crisis sanitaria que se configuró como una de las peores crisis sociales que ha enfrentado el mundo.

Esperamos que en los próximos 18 meses que quedan del actual Plan Distrital de Desarrollo se cumplan la mayor cantidad de metas propuestas, sobre todo en materia de pobreza y desigualdad, así como en la protección de la vida, en una ciudad que debe ser ejemplo de desarrollo sostenible y garantía de derechos.

Por: Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos

director@bogotacomovamos.org

Columna de opinión publicada en el diario EL TIEMPO, 30 de diciembre de 2022

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Situación nutricional de la primera infancia en Bogotá

  • Teusaquillo, por tercer año consecutivo fue la localidad con los mejores resultados.
  • En términos generales, la capital mejoró con respecto a los resultados del 2020.

El 7 de diciembre, Bogotá Cómo Vamos y la Fundación Éxito presentaron los resultados del Índice de Situación Nutricional en la Primera Infancia de Bogotá del año 2021 – ISNPI. El índice hace parte de la alianza por la primera infancia, consolidada desde el año 2019, con el objetivo de ofrecer información relevante a la ciudadanía, a la academia y a las entidades del orden nacional y distrital que tienen la responsabilidad de contribuir con garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición de los niños y niñas menores de 6 años de la ciudad.

En 2021, el índice se suma a dos productos más, el seguimiento a las metas infaltables de desnutrición crónica y aguda, bajo peso al nacer, exceso de peso y lactancia materna exclusiva, y el análisis de los mismos indicadores, focalizados en la población migrante de la ciudad.

¿Cómo le fue a Bogotá en la situación nutricional en la primera infancia en el 2021?

En términos generales, la capital mejoró con respecto a los resultados del 2020. En una escala del 1 al 100, el promedio de las 19 localidades analizadas pasó de 51 en el 2020 a 54 en el 2021.

Teusaquillo, por tercer año consecutivo fue la localidad con los mejores resultados (99), mientras que Usme (11), por tercer año consecutivo, fue la localidad con los rezagos más grandes en términos de estado nutricional y seguridad alimentaria de Bogotá, profundizándose cada vez más su tendencia negativa.

Barrios Unidos (82), Usaquén (81) y Fontibón (76) siguieron a Teusaquillo con un desempeño alto. Bosa (34), Rafael Uribe Uribe (27) y Ciudad Bolívar (11) presentaron desempeños medio bajo y bajo.

Preocupa que el índice evidenció una clara segregación socio espacial en la ciudad, donde las condiciones de seguridad alimentaria y garantía del derecho a la alimentación de los niños y niñas son muy diferentes entre el norte y el sur.

¿Qué significan los puntajes del índice y para qué nos sirve dicha clasificación?

En primer lugar, es importante señalar que el índice evidencia no solo las condiciones individuales de los niños a través del análisis de los indicadores de lactancia materna exclusiva, desnutrición crónica, bajo peso al nacer y exceso de peso, sino que analiza en 2 de sus 3 dimensiones las condiciones de los hogares donde viven los niños y niñas, con base en información de la encuesta multipropósito liderada por el DANE en el 2021.

Las condiciones de pobreza multidimensional en los hogares determina el desempeño de las localidades en el índice, así como aspectos fundamentales relacionados, por ejemplo, con cuántas veces se come al día. Según su desempeño en el ISNPI, alrededor de 125.000 niños y niñas en la ciudad, que representan cerca del 25 % de los niños y niñas en su ciclo vital de primera infancia, viven en las últimas 5 localidades puntuadas.

El ISNPI es una herramienta fundamental para la focalización y priorización de los planes, programas y proyectos que implementan las entidades del orden nacional y distrital responsables de mejorar las condiciones de calidad de vida de las poblaciones más vulnerables y que requieren mayor atención como son los y las menores de 6 años. La herramienta también propone conversaciones para potenciar la ruralidad, que representa un 75 % de la ciudad, y fortalecer los vínculos urbano-rurales en servicio de la seguridad alimentaria a través de la producción de alimentos, sobre todo si pensamos en un horizonte de ciudad visto desde el punto de vista de la sostenibilidad a través de aspectos económicos, sociales y ambientales, y como una urbe que garantiza el derecho a la ciudad.

El índice y los demás productos de la alianza entre Bogotá Cómo Vamos y la Fundación Éxito se pueden consultar en www.bogotacomovamos.org

Por: Felipe Mariño, director de Bogotá Cómo Vamos

director@bogotacomovamos.org

Columna de opinión publicada en el diario El Tiempo, 21 de diciembre de 2022

 

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Desigualdad y pobreza, factores que explican inseguridad alimentaria en…

  • Informe de Bogotá Cómo Vamos reveló buenos resultados en Teusaquillo y Fontibón.

La situación nutricional de la primera infancia mejoró en 11 localidades de Bogotá, sin embargo, la brecha entre el norte y el sur de la ciudad se intensificó durante el último año, principalmente por factores socioeconómicos como la crisis generada por la pandemia.

Esa fue una de las conclusiones el informe ‘Índice de situación nutricional en la primera infancia en Bogotá 2021’, documento de Bogotá Cómo Vamos (BCV) y la Fundación Éxito que permite identificar las zonas de la capital en donde hay hogares con la mayor inseguridad alimentaria y nutricional de niños y niñas menores de 6 años y que fue presentado ayer en la Universidad Javeriana.

En el documento, que por primera vez compara los resultados con los años 2019 y 2020, se resalta que durante el 2021 se registró una recuperación en la situación nutricional de la primera infancia en 11 de las 19 localidades analizadas, con respecto al periodo anterior.

“Analizamos 34 variables agrupadas en tres dimensiones: socioeconómica, seguridad alimentaria y estado nutricional. Esto nos permitió concluir que las localidades con el mejor desempeño –puntaje– en términos de situación nutricional son Teusaquillo, Barrios Unidos, Usaquén y Fontibón”, señaló Felipe Mariño, director del programa Bogotá Cómo Vamos.

Las tres localidades que más posiciones avanzaron en el Índice frente a 2020 fueron: Fontibón (de la posición 10 a la 4), Barrios Unidos (del 5 al 2 lugar) y San Cristóbal (de la 17 a la 14). Además, entre las que más retrocedieron se encuentran Los Mártires (siete posiciones) y Chapinero (cinco puestos).

Factores socioeconómicos

Una de las conclusiones del equipo de investigación de Bogotá Cómo Vamos es que las cuatro localidades con mejor puntaje tienen un patrón común. “Son la zonas en las que su dimensión socioeconómica es mejor y es importante porque es un dato que está atado al de pobreza multidimensional. Lo opuesto ocurre en Bosa, Rafael Uribe Uribe, Ciudad Bolívar y Usme, donde esas condiciones son bajas y las cuales agrupan el 25 % de concentración de la primera infancia”, agregó Mariño.

En ese sentido, Alejandro Gómez, secretario de Salud, señaló que estos resultados son muestra de un “malestar social” y que los resultados no son solo un problema del sector salud, sino de todas las entidades, en incluso, del sector privado y social.

“El informe es clave porque nos deja ver que la zona sur de la ciudad es donde hay más carencias y pobreza; además, que es la depositaria de más procesos migratorios y que es allí donde debe haber mayor atención por parte del estado”, dijo el funcionario.

Y es que, según la Encuesta Multipropósito de Bogotá 2021, el Índice de Pobreza Multidimensional para Bogotá fue de 5,7 por ciento, que en comparación con el dato del 2017 significa un aumento de dos puntos porcentuales. Esto se evidencia en que, según la encuesta del Dane, en la mayoría de las localidades aumentó el indicador de pobreza multidimensional.

“Hay una relación muy fuerte entre la situación nutricional y la pobreza. Según los datos más recientes del Dane, hay tres millones de personas en situación de pobreza en Bogotá y 800.000 en pobreza extrema. Es decir, estamos viviendo niveles que superan en casi 10 puntos porcentuales los que observábamos en el 2012”, señaló el economista y exdirector del Dane Juan Daniel Oviedo.

Con respecto a reducir la pobreza y la desigualdad, y en ese sentido mejorar los indicadores de la situación nutricional de la primera infancia, BCV señaló que “es momento de apuntar que los programas asistenciales, generan dependencia económica, por lo tanto, no pueden ser tomados como una solución de largo plazo (…) en cuanto que solo son medidas paliativas: se requiere voluntad política de cambio y políticas de fondo para lograr transformarlos”.

Un opinión similar tiene Santiago Mazo, coordinador de proyectos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

“Esto no se soluciona con mercados ni con transferencias monetarias y mucho menos con ollas comunitarias, eso es lo más bajo que puede caer la inseguridad alimentaria de una persona. Este tema debe tener abordajes estructurales”, dijo Mazo.

Por su parte, Luis Jorge Hernández, director de investigaciones de la Facultad de Medicina de la Universidad de Los Andes, opinó que también se deben tener en cuenta factores ambientales, territoriales y la falta de vigilancia a las políticas públicas enfocadas en nutrición y seguridad alimentaria explican los datos. “No me extraña que los datos estén deteriorados y eso no es culpa de la migración”, afirmó.

Además, agregó que «hay tres indicadores que no se deberían cargar al sector salud: los de desnutrición, de embarazos en adolescentes y tasa de suicidio porque los demás sectores se desligan de ellos. Esos son indicadores sociales que deben generar movilización.

Iliana Curiel, directora de Salud Colectiva de la Secretaría de Salud, la solución está en empezar a hablar en agricultura urbana –algo en lo que coincide Mazo– y en escuchar a los niños.

“Tenemos que hacer una incidencia política fuerte, además de humanizar el dato. La salud es política y para tomar decisiones de salud hay que hablar política y los medicos y pediatras tenemos que empezar a hablar del tema para tener incidencia. (…) Hay que rescatar el pensamiento democrático del niño y dejar de generar políticas públicas desde el ‘adultocentrismo’”, señaló.

Seguridad alimentaria

El informe revela que en las 19 localidades analizadas disminuyó la seguridad alimentaria, con respecto a los datos de 2017. En este indicador, Teusaquillo volvió a presentar los mejores resultados, con una prevalencia del 91,5 %, seguida por Usaquén (84,6 %) y Barrios Unidos (77,7 %). Las localidades con mayor situación de inseguridad alimentaria son Rafael Uribe Uribe, Tunjuelito y Bosa.

En ese sentido, el mensaje por parte de Bogotá Cómo Vamos es claro: “Es importante analizar el sistema distrital de abastecimiento de alimentos, su organización logística y los circuitos de comercialización con otras zonas, para garantizar la disponibilidad y oferta de los alimentos”, puntualizan desde el programa.

En cuanto a los datos de desnutrición crónica o retraso en talla en menores de cinco años en Bogotá, el indicador llegó al 11 por ciento, lo que equivale a una caída de 4,48 puntos porcentuales con relación a 2020.

Asimismo, a nivel distrital, el indicador de proporción de lactancia materna en menores de seis meses aumentó a 69 por ciento en el 2021, es decir, 20 puntos porcentuales con respecto a 2020. Con respecto al indicador de bajo peso al nacer, las localidades con mayor prevalencia fueron San Cristóbal (17,3 %), Antonio Nariño (17 %) y Usme (16,3 %).

Por último, el indicador de exceso de peso en niños menores de 5 años en la ciudad en el año 2021 fue de 4,45 % (en 0,63 puntos por debajo de 2020).

Las recomendaciones del informe

Tras analizar los resultados, Bogotá Cómo Vamos (BCV) y la Fundación Éxito realizaron una serie de recomendaciones de política pública aplicable a los diferentes sectores:

• Analizar el sistema distrital de abastecimiento de alimentos, el acceso al derecho al agua potable, así como la promoción de la producción local de alimentos de la Bogotá-Región, los derechos del consumidor y su conciencia sobre los productos que adquiere.

• Hacer tránsito de políticas asistenciales a políticas basadas en enfoque de derechos.

• Diseñar e implementar un Plan Integral Transectorial de generación de empleo, fomento a la productividad y reactivación económica, haciendo énfasis en la población de las localidades de Usme, Ciudad Bolívar, Rafael Uribe, Bosa y Tunjuelito.

• Incorporar el enfoque familiar, en lugar del individual, a las políticas públicas dirigidas a la primera infancia.

• Implementar la Guía de Prevención y Manejo Del Riesgo y la Desnutrición Crónica realizada en 2019 por la alianza entre Fundación Santa Fe, Fundación Éxito, ICBF y las Secretaría Distritales de Salud y de Integración Social SDS – SDIS.

• Promover y facilitar la participación de niñas, niños y adolescentes en la toma de decisiones relacionadas con la construcción de los procesos políticos en donde se involucren los derechos de la primera infancia.

• Mejorar la ‘justiciabilidad’ del derecho a la alimentación, puede ser a través de una jurisdicción especial o a nivel administrativo.

• Fomentar la creación de procesos de veedurías ciudadanas de recursos dirigidos a la primera infancia.

Por: Camilo Castillo, Redacción Bogotá EL TIEMPO

Foto: Alexánder Marroquín / Universidad Javeriana

Publicado en el periódico El Tiempo, 07 de diciembre de 2022