Con la elección de Alcalde y de concejales empieza un nuevo capítulo para Bogotá. A partir de ahora se definirá el nuevo rumbo que tomará la ciudad en los próximos cuatro años, en los cuales se deberán solucionar temas clave como la movilidad, la educación, la seguridad y la salud, entre otros. Además, se deben fortalecer aspectos importantes como el optimismo por Bogotá que este año, según la Encuesta de Percepción Ciudadana, evidenció que sólo el 27% de los bogotanos considera que las cosas en la ciudad van por buen camino.
Que el Alcalde electo, arranque su mandato con casi una tercer parte del Concejo como parte de su coalición es positivo e importante pues, como se demostró en la actual Administración, las diferencias entre las dos autoridades dificultan el avance de proyectos fundamentales como el Plan de Desarrollo. Además, el Concejo también tiene el reto de mejorar su propia imagen y de darse a conocer a la ciudadanía pues hoy 7 de cada 10 ciudadanos tienen una imagen desfavorable del mismo y un 25% desconoce su existencia.
Otro aspecto a considerar por parte del Concejo es la revisión juiciosa del presupuesto con el que se deben sacar adelante las propuestas del Alcalde, asegurando que sean siempre coherentes con las que él mismo presentó en campaña. En la misma línea, definir el nuevo POT para Bogotá será otro de los grandes retos del cabildo pues a través de esta norma se establecerán los usos del suelo y se planeará la ciudad de los próximos 12 años.
El POT que se concilie ente Alcaldía y Concejo se convertirá en el eje indispensable para orientar otros temas como la construcción, la protección de los Cerros Orientales y las líneas de transporte masivo, entre otros. Qué tanto se alcance, y cómo mejore la percepción de los ciudadanos en los años por venir, dependerá del trabajo mancomunado que se lleve a cabo a partir del primero de enero.