Las propuestas para mejorar la movilidad por la carrera Séptima han pasado por diversos tipos de transporte. En los últimos años hemos sido testigo de varias opciones: metro, tranvía, tren ligero y hoy estamos en TransMilenio; una alternativa que, como las anteriores, ha tenido defensores y detractores.
Lo cierto es que, tras decidir por parte de la Administración Distrital que TransMilenio será la apuesta en movilidad para este corredor, hay que analizar cuáles deben ser los ajustes a implementar para tener la mejor versión de este medio de transporte.
Las ciudades deben planearse cada vez más desde una perspectiva de sostenibilidad. La Séptima tiene un potencial verde que se debe proteger y puede ser ejemplo para otras intervenciones en la capital. Por eso, el componente ambiental debe estar garantizado en la propuesta de TransMilenio por esta vía. Hay que pensar en buses que manejen tecnologías limpias, en corredores verdes que oxigenen el ambiente y en reemplazar los árboles que se afecten con la obra y así mitigar el impacto ambiental.
Utilizar diversos modos de transporte es una tendencia que cada vez toma más fuerza, por lo que resulta necesario conectar el sistema con ciclorrutas, bicicarriles y estaciones del SITP.
Pero el gran reto con este nuevo corredor es generar sentido de apropiación ciudadana, los habitantes de Bogotá, venga de donde provengan, deben sentir que TransMilenio es suyo, que su responsabilidad es cuidarlo y que cualquier afectación repercutirá directa o indirectamente en los usuarios. Esto se logra con buen servicio, con espacios amigables e incluyentes y un adecuado diseño de rutas y tiempos de espera.
TransMilenio por la Séptima se convierte en una oportunidad para reivindicar este medio de transporte, para mejorar sus anteriores versiones y para mostrarle a la ciudadanía que, si hay voluntad propositiva, juntos podemos construir ciudad.
Conozca el ejercicio ciudadano Construyendo nuestra Séptima