Desde finales de mayo, el Concejo de Bogotá tiene una curul desocupada. A pesar de que no existe la figura de la silla vacía para las corporaciones públicas regionales el Partido Verde solo tiene cuatro concejales de cinco que debería tener. La captura de José Juan Rodríguez el pasado 23 de mayo y su petición al Concejo para que aprobara una licencia por 6 meses mientras definía su situación judicial hizo que su curul quedara desocupada.
La presidenta del Concejo de Bogotá vaciló durante varias semanas acerca de la posibilidad de que el concejal Rodríguez tuviera derecho a la licencia y si ella, como copartidaria de Rodríguez y elegida en la misma lista, estaba impedida para resolver la licencia. Después de casi dos meses de ostracismo, la plenaria votó para que José Arthur Bernal, Primer Vicepresidente de la Corporación, hiciera las veces de presidente ad-hoc para resolver la licencia del Concejal José Juan Rodríguez.
El pasado 16 de agosto, la mesa directiva ad-hoc resolvió no aceptar la licencia del Concejal Rodríguez y expidió actos administrativos para que fuera retirado de su curul y la siguiente persona de la lista, Lucía Bastidas, pudiera posesionarse como concejal. Sin embargo, el acto administrativo expedido no señaló los recursos procedentes que el Concejal Rodríguez podía presentar y debió ser expedido nuevamente.
Todo esto habría pasado desapercibido, si no fuera porque el 29 de agosto fue citada Lucía Bastidas para que se notificara de su nombramiento y tomara posesión. Al llegar a la Secretaría General, Bastidas encontró que el Concejal José Juan Rodríguez había solicitado a la Mesa Directiva aclarar el acto administrativo para conocer qué recursos puede interponer y, por esta razón, la negación de la licencia y el nombramiento de Bastidas no están en firme.
La Mesa Directiva debe modificar el acto administrativo que niega la licencia de José Juan Rodríguez indicando que puede solicitar un recurso de reposición a la Mesa Directiva y, en caso de confirmar la decisión, un recurso de apelación ante la Plenaria (la Plenaria es el superior directo de la Mesa Directiva). Una vez se surtan esos procesos y en caso de quedar en firme la resolución de negación de la licencia, nuevamente la Mesa Directiva deberá expedir el acto administrativo de nombramiento de Lucía Bastidas y tomarle posesión.
En últimas, si el Concejal Rodríguez decide presentar una reposición a la Mesa Directiva con solicitud de pruebas ésta tiene entre 10 y 30 días hábiles para resolver la situación. El mismo término se le otorga a la Plenaria para que resuelva la apelación, si el concejal pide pruebas. Esto quiere decir que la licencia, pedida por 6 meses, podría resolverse después del término pedido pues ya han pasado más de tres meses desde la petición inicial y por términos podría alargarse hasta después del tiempo pedido.
Mientras tanto, el Concejal Rodríguez no puede devengar salario porque no asiste a las sesiones, pero su equipo de asesores, o sea su Unidad de Apoyo Normativo, sí. Esto es muy importante porque los concejales pueden contratar a una UAN hasta por 48 salarios mínimos mensuales vigentes, lo que se traduce en $28.396.000, más las primas técnicas y gastos de representación a los que tengan derecho los funcionarios por sus estudios y experiencia.
Los tres meses que se ha demorado la decisión y el tiempo que puede faltar para resolver el asunto tiene implicaciones muy graves: por un lado, los bogotanos estamos invirtiendo dineros en una UAN que no tiene concejal activo;
y por otro lado, la demora implica que la Comisión de Hacienda y la Plenaria tienen números pares en su conformación lo que puede resultar en empates en las votaciones. En conclusión, tres meses después de la captura y del pedido de licencia, la curul de José Juan Rodríguez no tiene solución.