Preocupa, pero desafortunadamente no sorprende el reporte entregado por las autoridades durante la celebración del Día de la Madre, en el que se evidencia que entre el viernes a las 6 p.m. y el lunes a las 6 a.m. se presentaron 3.937 riñas, y aunque fueron 317 casos menos que el año anterior, la cifra sigue siendo alarmante. En cuanto a los homicidios, se registraron 17 casos, 3 más que en 2015.
Se debe reconocer que en Bogotá se ha avanzado en el diseño de políticas públicas impulsadas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia hacia las mujeres. No obstante, no se ha logrado tener un impacto positivo en el descenso de las cifras y por el contrario, es una problemática que cada vez se arraiga más, especialmente en algunas localidades.
Por ejemplo, en 2015 se registraron 120 homicidios de mujeres, siendo Ciudad Bolívar (18%), Kennedy (17%) y Bosa (11%) donde se presentaron más muertes. Por su parte, las cifras de violencia intrafamiliar evidenciaron 13.164 casos de mujeres, donde las jóvenes entre 20 y 34 años son las más afectadas.
Este contexto le exige a la ciudad desarrollar iniciativas que amplíen la perspectiva de la política pública, como por ejemplo incorporar la reflexión sobre las relaciones entre masculinidad y violencia. La propuesta del Plan de Desarrollo Distrital presenta una apuesta acertada en la promoción y construcción de modelos alternativos de masculinidad lo que podría tener un impacto positivo en los índices de violencia, sin embargo falta mayor contundencia en los procesos y las metas para alcanzar dicho objetivo.